El aceite de oliva es uno de los alimentos más saludables que podemos consumir, ya que tiene múltiples beneficios para nuestro organismo. Sin embargo, no todos los aceites de oliva son iguales, y algunos pueden ser más adecuados que otros para mejorar nuestra salud y ayudarnos a perder peso.
Así lo demuestra un estudio realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Hospital Regional Universitario de Málaga y la Universidad de Málaga. Sus autores han comparado los efectos de dos tipos de aceite de oliva: el aceite de oliva virgen extra (AOVE) y el aceite de oliva.
¿En qué consiste el AOVE y el aceite de oliva?
El AOVE es el aceite que se obtiene directamente del fruto del olivo mediante procedimientos mecánicos, sin someterlo a ningún proceso químico o térmico. El aceite de oliva, en cambio, es una mezcla de aceite de oliva refinado. A este producto se le han eliminado las impurezas y los aromas, y una pequeña proporción de AOVE.
La principal diferencia entre ambos tipos de aceite radica en su contenido en biofenoles, unos compuestos naturales que se encuentran en el AOVE. Y que le confieren propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas.
Entre estos biofenoles destacan el oleocantal y la oleaceína. Ambos componentes los encontramos principalmente en dos variedades: la Cornicabra y la Picual (una de las más conocidas y consumidas).
¿Cuál es el mejor aceite de oliva para perder peso?
El estudio, llamado April, ha analizado los efectos sobre la salud de 91 personas con obesidad y prediabetes. Todas consumieron durante un mes uno u otro tipo de aceite, sin modificar su dieta ni su actividad física.
Los resultados mostraron que el consumo de AOVE rico en oleocantal y oleaceína produjo mejoras metabólicas significativas en los participantes. Como por ejemplo pérdida de peso, reducción del índice de masa corporal y disminución de la glucosa en sangre.
Curiosamente, estas mejoras no se observaron en el grupo que consumió aceite de oliva, que tiene siete veces menos cantidad de estos biofenoles. Además, el grupo del AOVE aumentó sus defensas antioxidantes en sangre y redujo los marcadores de estrés oxidativo e inflamación.
¿Por qué el AOVE es tan bueno y saludable?
Según los investigadores, estos resultados indican que el AOVE rico en oleocantal y oleaceína es más saludable que el aceite de oliva. Y puede ser una herramienta nutricional para prevenir la diabetes y mejorar la salud de las personas con obesidad.
Asimismo, sugieren que el consumo habitual de este tipo de aceite puede tener efectos beneficiosos a largo plazo. Pero, ¿por qué es una opción tan saludable (y no solo para adelgazar)?
Como hemos visto, el AOVE es una opción muy saludable que conserva muchas de sus propiedades. Precisamente por la forma de elaboración. Esto es lo que permite que tenga un alto contenido en ácido oleico.
Se trata de un ácido graso monoinsaturado que ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el bueno (HDL). Lo que previene las enfermedades cardiovasculares.
Algo similar ocurre con los biofenoles, sobre los que hemos hablado ya. Son unos compuestos antioxidantes que protegen las células del daño causado por los radicales libres. Que pueden provocar envejecimiento, inflamación y cáncer.
Por lo tanto, si quieres aprovechar al máximo las bondades del aceite de oliva, te recomendamos que elijas un AOVE con alto contenido en oleocantal y oleaceína, preferiblemente de las variedades Picual o Cornicabra. Así podrás disfrutar de su sabor y aroma, a la vez que cuidas tu salud y tu peso.
Y recuerda lo más elemental: la clave no está solo en saber escoger el tipo o variedad de aceite de oliva, sino en acompañarlo con opciones saludables. Así, una rebanada de pan integral tostado será mucho mejor que usarlo para freír alimentos.