La fruta es un alimento indispensable en una dieta sana y equilibrada, ya que nos aporta vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, que contribuyen a prevenir y combatir diversas enfermedades. Pero no todas las frutas son iguales ni tienen las mismas propiedades.
Un buen ejemplo lo encontramos en la opción capaz de disminuir el azúcar y muy rica en vitamina C. Si consumes habitualmente fruta, es muy probable que ya sepas que existen algunas que son muy populares y consumidas por la mayoría de la gente, como la manzana, el plátano o la naranja.
Pero también hay otras que son menos conocidas y que pueden sorprendernos por sus increíbles beneficios para la salud. Esto es lo que ocurre con la variedad sobre la que te hablaremos en esta ocasión.
¿Cuál es la fruta repleta de vitamina C ideal contra el azúcar alto?
Lo cierto es que se trata de una fruta originaria de las regiones tropicales y subtropicales de América del Sur. Donde se cultiva desde hace siglos por sus propiedades medicinales y alimenticias. Su nombre científico es Malpighia punicifolia L., pero se le conoce popularmente como acerola.
Tiene el aspecto de una cereza, pero su sabor es más ácido y su pulpa más jugosa. Su color varía del verde al rojo o al amarillo según su grado de maduración.
¿Qué beneficios ofrece la acerola?
La acerola es una de las fuentes naturales más ricas en vitamina C que existen. Por ejemplo, esta fruta contiene entre 695 y 4.827 mg de vitamina C por cada 100 gramos. Lo que equivale a unas 100 veces más que la naranja o el limón.
La vitamina C es un nutriente esencial para el organismo, ya que participa en numerosas funciones vitales. Como la formación de colágeno, la protección celular frente al estrés oxidativo, el metabolismo energético, el funcionamiento del sistema nervioso y la absorción de hierro.
Pero la vitamina C no es el único componente beneficioso de la acerola. Esta fruta también aporta otros minerales como hierro, calcio y fósforo, que contribuyen al mantenimiento de los huesos, los dientes, los músculos y la sangre.
Además, contiene proteínas, grasas y vitaminas del grupo B, como la tiamina (B1), la riboflavina (B2) y la piridoxina (B6). Todas estas vitaminas intervienen en el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas.
También tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e hipoglucemiantes, lo que significa que puede ayudar a prevenir o tratar diversas enfermedades crónicas. Por ejemplo, se ha demostrado que puede reducir los niveles de glucosa en sangre en personas con diabetes tipo 2, así como mejorar la sensibilidad a la insulina.
Pero sus cualidades no se quedarían ahí. Por ejemplo, se sabe que puede mejorar la función inmunitaria y prevenir infecciones respiratorias. Asimismo, puede proteger la piel del daño causado por los rayos ultravioleta y retrasar el proceso de envejecimiento.
¿Cómo podemos consumir acerola?
Lo mejor de todo es que se puede consumir fresca o procesada en forma de zumo, mermelada, helado o suplemento alimenticio. Los nutricionistas recomiendan tomarla como postre o entre horas para aprovechar al máximo sus beneficios.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que su contenido en vitamina C se reduce con el tiempo y con el calor, por lo que conviene consumirla lo antes posible después de recolectarla o comprarla. También hay que moderar su consumo si se tiene alguna alergia, o intolerancia a los cítricos, o si se toma algún medicamento que pueda interactuar.
No hay duda, la acerola es una fruta excepcional que merece ser incluida en una dieta equilibrada y variada. Su alto contenido en vitamina C y otros nutrientes esenciales la convierten en un aliado para tu salud y tu bienestar. No dudes en probarla y disfrutar de su sabor y sus propiedades.